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Crianza en barrica: ¿qué diferencias hay entre el roble americano y francés?

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Introducción

La crianza en barrica es un proceso fundamental en la elaboración de vinos de alta calidad. El tipo de barrica utilizada en este proceso es uno de los factores clave que determinan el sabor, aroma y color del vino. Dos de las variedades de roble más comunes utilizadas en la elaboración de barricas de vino son el roble americano y el roble francés. En este artículo analizaremos las diferencias entre estas dos variedades y cómo afectan al vino.

Características del roble americano

El roble americano es uno de los tipos de madera más utilizados en la producción de barricas de vino. Es comúnmente utilizado en la elaboración de vinos de América, España, Portugal y algunos países de Sudamérica. Las barricas de roble americano son conocidas por su aporte de notas de vainilla, coco, caramelo y coco, lo que aporta un sabor dulce y ligeramente ahumado al vino. Además de sus notas de sabor, el roble americano también traslada a los vinos notas de eucalipto, mentol y hierbas frescas. Esto se debe a la composición química del roble americano, que contiene más ácido tánico y menos lignina. La menor cantidad de lignina causa que la madera se descomponga más rápido durante la fermentación del vino, permitiendo que los taninos se liberen más rápidamente en el vino. La textura del roble americano es menos densa que la del roble francés, lo que permite una mayor penetración de los aromas y sabores en el vino. Además, el roble americano tiene una porosidad mayor que el roble francés, lo que permite una mayor oxigenación del vino durante la fermentación en barrica.

Características del roble francés

El roble francés es otro de los tipos de madera más populares utilizados en la producción de barricas de vino. Es comúnmente utilizado en la elaboración de vinos de Francia, Italia, Australia y Argentina. El roble francés es conocido por aportar notas de especias, hierbas y frutos secos al vino, lo que aporta un sabor más terroso y complejo al vino. El roble francés tiene una textura más densa que el roble americano, por lo que su permeabilidad es menor y los sabores y aromas que aporta son más sutiles y finos. Además, como el roble francés contiene más lignina que el roble americano, la liberación de los taninos es más lenta y precisa. Esto permite que el vino tenga un sabor más equilibrado y elegante. Otra característica destacable del roble francés es su aporte de notas florales, que aportan al vino un característico aroma de violetas, rosas y jazmines. Estas notas florales son causadas por la interacción entre la madera y las bacterias lactobacillus, que se encuentran naturalmente en la madera de roble francés.

¿Cuál es la mejor opción para el vino?

La elección entre el uso de barricas de roble americano o roble francés dependerá del tipo de vino que se esté elaborando y de las preferencias del enólogo. En general, las barricas de roble americano son usadas para vinos más jóvenes, ya que aportan una mayor cantidad de sabor y aroma al vino, lo que hace que sea más atractivo para los consumidores más jóvenes. Por otro lado, las barricas de roble francés son más costosas y se utilizan en vinos de alta gama y de guarda, debido a su sabor más elegante y sofisticado. El roble francés es especialmente recomendado para la crianza de vinos tintos de larga guarda, debido a la menor liberación de taninos y a sus notas florales.

Conclusiones

En resumen, la elección entre el uso de barricas de roble americano o roble francés dependerá del tipo de vino que se esté elaborando y de las preferencias del enólogo. Mientras que el roble americano aporta notas más dulces y sabores más fuertes, el roble francés aporta sabores más sutiles y elegantes. Ambos tipos de barricas son excelentes opciones para la crianza de vinos, y la elección dependerá del objetivo y de las características del vino a elaborar.