La crianza en barrica y sus efectos en los aromas y sabores del vino
Introducción
La crianza en barrica es una técnica muy utilizada en la elaboración de vinos. Consiste en la maduración del vino en barricas de madera durante un tiempo determinado, que puede variar dependiendo del tipo de vino y del estilo que se quiera conseguir. Durante este proceso, el vino entra en contacto con la madera, lo que le aporta una serie de características sensoriales que no se obtienen de otra manera.
Tipos de madera utilizados para la crianza en barrica
Existen diferentes tipos de madera que se utilizan en la elaboración de barricas para la crianza de vinos. Los tres tipos más utilizados son el roble, el castaño y el cerezo. El roble es el más común, ya que aporta una complejidad de aromas y sabores que complementan muy bien los vinos tintos. El castaño, por su parte, se utiliza más en la elaboración de vinos blancos, ya que aporta una mayor frescura y acidez. El cerezo es menos utilizado, pero se utiliza en la elaboración de vinos dulces, ya que aporta notas de frutos rojos muy interesantes.
El roble
El roble es la madera más utilizada para la elaboración de barricas de vino. Se utiliza principalmente porque aporta una serie de aromas y sabores que complementan muy bien los vinos tintos. El roble se divide en dos subtipos: el roble francés y el roble americano. El roble francés se caracteriza por aportar aromas y sabores más sutiles, con notas de vainilla, cacao y especias. El roble americano, por su parte, aporta más aromas y sabores a torrefacción, con notas de coco, vainilla y tabaco.
El castaño
El castaño es otra madera utilizada en la elaboración de barricas de vino. Se utiliza principalmente en la elaboración de vinos blancos, ya que aporta una mayor frescura y acidez. El castaño aporta notas de frutos secos y tostados, así como un aroma característico a miel.
El cerezo
El cerezo es una madera menos utilizada en la elaboración de barricas de vino. Se utiliza principalmente en la elaboración de vinos dulces, ya que aporta notas de frutos rojos muy interesantes. El cerezo aporta un aroma característico a cereza, así como notas de regaliz y vainilla.
Efectos de la crianza en barrica en los aromas y sabores del vino
La crianza en barrica aporta una serie de características sensoriales al vino que no se obtienen de otra manera. Estos son algunos de los efectos más destacados:
Aromas
Durante la crianza en barrica, el vino absorbe los aromas de la madera. El tipo de madera utilizada, el tipo de tostado de la barrica y el tiempo de maduración son factores que afectan a los aromas que se desarrollan. Algunos de los aromas más comunes que se pueden encontrar en un vino que ha sido criado en barrica son:
- Vainilla
- Coco
- Tabaco
- Cereza
- Regaliz
- Madera
- Frutos secos
- Humo
- Esencias herbales
- Chocolate
Sabores
Además de los aromas, la crianza en barrica también aporta una serie de sabores al vino. Estos sabores están relacionados con los aromas que se desarrollan, pero también con una serie de procesos químicos que tienen lugar durante el tiempo de maduración. Algunos de los sabores más comunes que se pueden encontrar en un vino que ha sido criado en barrica son:
- Vainilla
- Coco
- Tostados
- Maderas finas
- Frutos secos
- Esencias herbales
- Chocolate
- Regaliz
- Miel
- Especias
Conclusión
La crianza en barrica es una técnica muy utilizada en la elaboración de vinos. Aporta una serie de características sensoriales al vino que no se obtienen de otra manera, como aromas y sabores a vainilla, coco, tabaco, etc. El tipo de madera utilizada, el tipo de tostado de la barrica y el tiempo de maduración son factores que afectan a los aromas y sabores que se desarrollan. La elección de la madera es importante para conseguir el estilo de vino deseado. Dependiendo del tipo de vino y del estilo que se quiera conseguir, se utiliza roble, castaño o cerezo.